Te damos una guía completa para prevenir malestares y gastos
que pudieron haberse evitado.
Una de las peores faltas que podemos tener, y que podrían traer consecuencias irreversibles en nuestro auto, es no prestarle atención a la temperatura del motor; sobre todo, cuando más se lo exige.
Ya sea por un viaje largo, el embotellamiento de tránsito o
una falla en el sistema de refrigeración, al circular con un motor a
temperaturas bajas o muy altas corremos el riesgo de estropear piezas
costosas y fundamentales para el normal funcionamiento de nuestro
vehículo, que necesita de una temperatura ideal y que debemos revisar de forma
frecuente.
¿Cómo nos damos cuenta de que el motor se está sobrecalentando?
Puede haber dos indicadores en el tablero que comuniquen que nuestro motor está sobrecalentándose: la cada vez menos usada aguja analógica (o algún sistema digital de “rayitas”) o una luz roja, generalmente representada con un símbolo que tiene una forma similar a la punta de una llave, que parece estar “flotando sobre olas”, comúnmente acompañada del símbolo °C (grados Celsius).
Aunque su diseño puede variar mucho entre las marcas, el sistema de aguja puede seguir una escala numérica o una escala dividida en tres zonas coloreadas donde la zona amarilla indica el trabajo aun frío del motor; la zona verde comunica la temperatura de trabajo óptima; la tercera es roja y nos dice que la temperatura del motor es alta. En el caso del testigo, hay que aclarar que se enciende antes de que la temperatura alcance valores críticos para alertarnos de la “catástrofe” que se avecina.
¿Por qué el motor de mi auto puede sobrecalentarse?
Las principales causas que hacen que el motor de un auto a combustión llegue a sobrecalentarse son: