Es posible que haya pasado algún tiempo desde que
usaste por última vez. Suele
ser más habitual en familias en los que se tiene más
de un coche y haya uno de estos automóviles que se use de forma más
esporádica o que incluso se lleve unas cuantas semanas sin moverse del
mismo lugar. Es por eso que te compartimos estas recomendaciones para
el mantenimiento de un coche sin uso.
El líquido de freno y el aceite corren el riesgo de apelmazarse, haciendo más difícil su tránsito por las cañerías del motor, esforzando posteriormente la bomba de aceite.
· Arráncalo al menos 1 vez cada 10 días. Para que el motor
y los demás elementos mecánicos no pierdan su dinámica es conveniente, aunque
no se vaya a circular con el coche, arrancarlo al menos una vez cada 10 días.
· Deja el depósito lleno. Ya que en un depósito se
producirá menos evaporación de combustible cuanto más lleno esté, puesto que se
creará menos espacio para que se dé este fenómeno.
· Desconecta la batería. Una batería conectada a un coche
inactivo puede significar el consumo total de la batería incluso si nunca se
enciende el motor del coche.
· Aumenta la presión de los neumáticos. Esto se hace para
que ante una presión normal y una inactividad prolongada el neumático no se
vaya vaciando dejando la rueda en el suelo, lo que puede provocar daños en el
neumático de nuestra unidad y deformaciones en toda la rueda.
· Pon en movimiento las funcionalidades internas del coche. Con el motor en marcha, es recomendable al menos cada 2 semanas encender el aire acondicionado para evitar taponamientos en los conductos, además de subir y bajar los vidrios, revisar los controles eléctricos del coche como retrovisores móviles y pestillos, etc.
Cúbrelo con una lona. De esta forma no estaremos cuidando la parte
mecánica, pero al menos el exterior quedará protegido contra los elementos como
la lluvia y manchas de cualquier tipo.